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Mayor tiempo con síntomas: ¿la gripe y la tos duran más este año?

En la actualidad, los cuadros de enfermedades respiratorias parecen estar tardando más en desaparecer por completo.

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Aunque el último Boletín Epidemiológico Nacional dio cuenta de un descenso de contagios de enfermedades respiratorias, los virus parecen sorprender con síntomas persistentes que tardan más en desaparecer.

Esta percepción no es sólo una sensación. Tanto las guardias hospitalarias como los consultorios médicos de especialistas bahienses han sido testigos de un incremento significativo en las consultas relacionadas con este tipo de afecciones desde mayo, con la aparición de las primeras temperaturas bajas.

La mayoría de los casos de influenza A, virus sincicial respiratorio y otros son de origen viral, lo que ha resultado en un aumento notable de pacientes con síntomas prolongados, como tos y mucosidad persistente, que pueden extenderse hasta por un mes o más.

"Hay muchos casos post cuadro viral, cuyos pacientes quedan con una laringitis que causa tos seca y mucha congestión por varios días. Y eso también, por la baja tasa de vacunación, hace que siga persistiendo el contagio. O sea, que no se corta la trasmisión de la virosis", sintetizó el doctor Fernando Piumatti, especialista jerarquizado en neumonología y jefe de servicio de ese área en el Hospital Penna."Hay muchos casos post cuadro viral, cuyos pacientes quedan con una laringitis que causa tos seca y mucha congestión por varios días. Y eso también, por la baja tasa de vacunación, hace que siga persistiendo el contagio. O sea, que no se corta la trasmisión de la virosis", sintetizó el doctor Fernando Piumatti, especialista jerarquizado en neumonología y jefe de servicio de ese área en el Hospital Penna.

Normalmente estos cuadros de vía aérea superior que suelen estar causados por agentes virales (Influenza, Covid, VSR) duran aproximadamente entre 7 a 10 días.

"En los cuadros de vía aérea inferior, como pueden ser la bronquitis o neumonía, la duración de los síntomas pueden persistir aún más", reconoció Mené.

"Este año, en general, las infecciones respiratorias duran entre 5 y 14 días, dependiendo del virus y del estado inmunitario de quien lo padece (en medicina lo llamamos huésped). La influenza suele ser uno de los virus que mas prologan los síntomas y quien tienen mayor riesgo de complicaciones con otro agente, como por ejemplo una bacteria. Por otro lado, el Virus Sincicial Respiratorio en la mayoría de la población da infecciones leves, pero puede provocar infecciones severas en ambos extremos de la vida: bronquiolitis en los lactantes y bronquitis o neumonías en los adultos mayores", amplió Ditondo.

¿El frío enferma?

Aunque el frío no es el culpable directo de los resfriados y la gripe, sí juega un papel importante. Cuando hace frío, las personas tienden a permanecer en espacios cerrados y poco ventilados, lo que facilita la transmisión de virus.

Además, el aire frío y seco puede irritar las vías respiratorias, haciéndolas más vulnerables a las infecciones.

Por otra parte, hay virus que son más estacionales que otros, como el de la influenza, que provoca la gripe. Si bien esto se modificó un poco después de la pandemia, tradicionalmente la temporada alta de influenza se da entre mayo y agosto.

"Es decir, si bien el frío propicia ciertas condiciones que favorecen el contagio, son los virus y las bacterias los que ocasionan las infecciones, y no el clima", señaló Piumatti.

¿Por qué la tos puede durar tanto?

La tos persistente después de una infección viral es común y puede deberse a la irritación de las vías respiratorias o a la inflamación de los bronquios.

En la mayoría de los casos, desaparece por sí sola con el tiempo, pero si persiste o se acompaña de otros síntomas como fiebre, dificultad para respirar o pérdida de peso, es importante consultar al médico.

"La tos y la mucosidad prolongadas no suelen ser indicativas de una patología grave, sí es importante consultar a un médico para recibir tratamiento que pueda aliviar estos síntomas. La medicación adecuada puede ayudar a reducir la inflamación de las vías respiratorias y acelerar el proceso de recuperación, evitando un malestar prolongado que puede afectar la calidad de vida de los pacientes", manifestó la doctora Laura Pulido, coordinadora de la sección Infecciones Respiratorias de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

Precisamente, promediando el otoño en nuestra ciudad, se registraron numerosos picos de infecciones respiratorias. 

"Empezamos a ver infecciones respiratorias en mayo, con las primeras heladas. Esos cambios bruscos de temperatura no se dieron en años previos, lo cual hizo que este año la brecha del tiempo de estas patologías sea mayor", explicó, por su parte, el neumonólogo Marcelo Mené, médico de guardia en el Hospital Penna.

Y amplió: "Las razones principales de la persistencia de estas enfermedades tienen que ver con el fenómeno climático que estamos atravesando. Las bajas temperaturas traen aparejado que los lugares estén menos ventilados, la gente se concentre en espacios cerrados y eso propicia que el contagio de estas patologías sea mayor".

Juan Ditondo, pediatra neumonólogo bahiense, señaló que la duración de las enfermedades es relativa. 

"Es difícil poder asegurar que duran más este año porque no hay registros que lo objetiven. Pero sí es cierto que, en mi caso, tuve varios casos de niños y adolescentes con infecciones que duraron un poco más de lo habitual. Desde el 2020, que vivimos la pandemia por COVID 19, todos los años son un poco diferentes", opinó.

Actualmente se perciben muchos casos de tos y mucosidad, a los cuales la gente no suele darle trascendencia o, de hecho, se suelen automedicar. 

"Es importante no automedicarse con excepción de los antitérmicos (paracetamol, ibuprofeno, dipirona). No hay que usar antialérgicos si no existe una indicación médica específica. Estos cuadros son autolimitados. Se debe tener especial cuidado, como expresé anteriormente, en los extremos de la vida y aquellos con enfermedades pulmonares crónicas, como el asma, y en quienes la inmunidad (defensas) están disminuidas como la diabetes o enfermedades oncológicas", recomendó Ditondo.

Y agregó: "Obviamente que la gente no suele consultar si sólo tiene mocos o tos. Pero si a esos síntomas se suma que la fiebre se prolonga mas de 2 o 3 días, si existe dificultad para respirar, cambio en la coloración de la piel, vómitos o decaimiento importante del estado general, se debe consultar a un especialista".

"En general, lo que preocupa cuando la tos se prolonga a lo largo del tiempo es que venga acompañada de silbidos, de ronquidos audibles o dificultad respiratoria; de fiebre o de pérdida de peso y/o sudoración nocturna; o cuando pasa el umbral de las dos o tres semanas. Y si pasan más de 8 semanas seguro hay que consultar, porque es muy poco probable que sea una tos postinfecciosa", sostuvo Alejandro Videla, ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

¿Hasta cuándo podrían mantenerse estas patologías?

"Lo esperable es que una vez que pase el invierno y la primavera esté asentada, las infecciones de este tipo van a ir disminuyendo. Justamente porque la población va acudir a lugares más ventilados, espacios al aire libre y la circulación viral será menor", estimó Mené.

Ditondo, por su parte, prefirió no poner plazos.

"La mayoría de los virus circulan y provocan infecciones en distintos momentos durante todo el año. Por ejemplo, en los meses previos tuvimos un pico de infección por Influenza A, pero todavía no por el tipo B. Por ello es importante que quienes tengan factores de riesgo y no lo hayan hecho reciban la vacuna antigripal", señaló.

Precisamente, los tres facultativos puntualizaron que uno de los factores que contribuyen a este fenómeno es la baja tasa de vacunación que se registra en nuestra ciudad.

"Muchas personas no se han vacunado, lo que facilita una mayor circulación de los virus. Esta situación se agrava en los espacios cerrados, como las salas de espera de los centros médicos, donde pacientes con diferentes niveles de inmunidad se exponen mutuamente sin las debidas medidas de protección, como el uso de barbijos", dijo Laura Pulido.

"A veces es muy difícil determinar que la cantidad de casos se vea afectada por la tasa de vacunacion, pero sí nos damos cuenta en la gravedad de los mismos y por los grupos etarios más vulnerables o propensos a desarrollar las complicaciones de dicha enfermedad. Es por eso que siempre recalcamos y aconsejamos la vacunacion en menores de 2 años, mayores de 65 y personas que presenten comorbilidades", sugirió Mené.

"Según el boletín oficial este año el número de casos de enfermedad tipo influenza fue menor al de 2023, pero es importante decir que todas las cepas que circulan de Influenza A y B están incluidas en la vacuna actual. Por ello vuelvo a reiterar la importancia de estar vacunados para reducir la gravedad de los casos y su circulación".

Además de la vacunación, la prevención sigue siendo crucial. El uso de barbijo en pacientes con síntomas respiratorios es una medida sencilla pero eficaz para evitar la propagación de enfermedades.

"La pandemia nos enseñó la importancia de estas prácticas, pero parece que algunos de nosotros hemos olvidado rápidamente estas lecciones. Es recomendable volver a implementar estas precauciones para controlar la situación", opinó Pulido.

¿Por qué los síntomas duran más?

--Nuevas variantes: La constante evolución de los virus respiratorios puede generar cepas más agresivas o que provoquen síntomas más prolongados.

--Baja inmunidad: La disminución en las tasas de vacunación y la exposición reducida a virus durante la pandemia podrían haber debilitado nuestro sistema inmunológico.

--Coinfecciones: Es posible que muchas personas estén contrayendo varios virus al mismo tiempo, lo que complica la recuperación y prolonga los síntomas.

--Inflamación crónica: Algunas infecciones virales pueden desencadenar procesos inflamatorios que persisten incluso después de que el virus haya desaparecido.

Cuestión de tiempos

--Los resfríos y la gripe suelen mejorar en aproximadamente una semana. La neumonía puede tardar entre una semana y 10 días en mejorar en personas sanas. Las personas mayores o con otras enfermedades pueden tardar más.

--La tos después de una infección (tos postinfecciosa) puede durar hasta 8 semanas. Es importante prestar atención a estos signos que podrían indicar que se necesita ver a un médico: tos que dura más de 8 semanas, sibilancia, ronquidos fuertes, dificultad para respirar, fiebre, pérdida de peso, sudoración nocturna.

--A nivel nacional, entre las semanas epidemiológicas (SE) 1 y 32 de 2024 se registraron 765.935 casos de ETI (Enfermedad Tipo Influenza), 103.697 casos de Neumonía y 108.025 casos de Bronquiolitis en menores de dos años, representando un aumento de las notificaciones del 1,36% para las ETI y una disminución de -17,39% para neumonías y -34,23% para bronquiolitis, respecto a los casos notificados en el mismo período del 2023.

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