Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Ferreri explica que, durante los primeros meses, la gente está entusiasmada con la llegada de Uber. Sin embargo, después de aproximadamente 13 meses, se produce una curva descendente. Los conductores que inicialmente creyeron estar ganando dinero rápidamente se dan cuenta de que los costos de mantenimiento del vehículo, el combustible y otros gastos superan con creces las ganancias obtenidas.
"Suponete que tenés un autito y decís, salgo de trabajar, me voy en el autito a trabajar con la aplicación. Un pasaje que vale 4,000 pesos, llega al lugar y le haces un 40%. Pero Uber se queda con un 30% de eso. Al final, te haces unos mangos, pero lo que te queda no alcanza para cubrir ni el cambio de aceite", detalla Ferreri. "El auto se va desgastando y cuando te das cuenta, después de 10 o 12 meses, no te queda nada y el auto está destruido".
Cabe destacar que UBER llegó a San Juan en octubre del año pasado y ahora, a menos de un año de su desembarco, Ferreri afirma que se nota el impacto de lo que denomina "la curva", en este sentido, destaca que "ya han ido por el sindicato algunos conductores de UBER a pedirme ayuda. Me dicen que se les está rompiendo el auto y que no les alcanza para arreglarlo, que no quieren que UBER les haga los descuentos. Yo les digo que están metiendo la pata y que no lo hagan más. Esos mangos que se hacen, cuando pasan varios meses, con las necesidades que hay, no les alcanza para nada, no pueden hacer ni el cambio de aceite, nos afectan a los taxistas y se afectan ellos", explica.
Además, Ferreri subraya que mientras los conductores enfrentan esta realidad, Uber sigue obteniendo ganancias significativas sin asumir los costos operativos que sí deben afrontar los taxistas locales. "El que gana es Uber, porque no puso el auto, no puso nada, y se llevó un 30% de lo tuyo", comenta, señalando que esta práctica resulta en una fuga de capitales que afecta gravemente a la economía local.
Ferreri concluye advirtiendo sobre los peligros de lo que denomina "estados paralelos ", donde la precarización laboral se convierte en la norma y la economía real sufre las consecuencias. Según él, la situación en San Juan está en la fase inicial de lo que ya se ha visto en otros lugares, y es solo cuestión de tiempo antes de que los efectos negativos se sientan aún más profundamente.