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EL DIARIO digital
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Está en Asia, tiene menos de 800.000 habitantes y es la nación más montañosa del planeta.
En el corazón de Asia, rodeado por los territorios de India y China, existe una pequeña nación, llamada Bután, que sorprende a turistas de todo el mundo con sus enormes curiosidades. Una de ellas es que, hasta el momento, es el único país del mundo que no tiene semáforos.
Debido a la decisión de la familia real, que es adorada por toda la población y se identifica como la máxima autoridad de la nación, este simple sistema de señales, tan popular en la Tierra, todavía no llegó a sus calles.
Si bien es cierto que sus avenidas son tranquilas, en comparación a las que hay en otros lugares del mundo, y en su territorio hay menos de 800.000 habitantes, el nivel de tránsito no es tan bajo como para prescindir de semáforos.
Es por eso que, en determinados puntos urbanos, ubicados en su mayoría dentro de la capital nacional, Thimphu, hay pequeñas garitas donde se posiciona un policía de tránsito para guiar a los automóviles y evitar accidentes.
¿Por qué no hay semáforos en Bután?
Bután es un país libre de semáforos porque, debido al estilo de vida de sus habitantes, la nación permanece alejada de múltiples influencias externas. El objetivo es evitar que tradiciones ajenas borren las suyas, que resultan antiguas y aún están muy presentes en la sociedad.
Es por eso que, aunque nadie niega la utilidad de los semáforos en el mundo, todavía pueden vivir sin ellos y es por eso que aún no está la propuesta de instalar el sistema en sus calles.