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EL DIARIO digital
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Estudiantes de La Plata frenó este lunes por la noche a Racing de Avellaneda y le ganó 2 a 0 en un entretenido encuentro de la Liga Profesional.
La Academia llegó a La Plata jugando dos primeras fechas perfectas, haciendo siete goles, con puntaje perfecto y ganándose los elogios del mundo del fútbol. Barracas y Belgrano no habían sido la misma medida que Estudiantes. Ante el primer rival con chapa, Racing demostró que, como todo el fútbol argentino, es terrestre. Lejos de ser un equipo imbatible.
La ausencia de Nardoni, el motor del mediocampo, era una baja sensibilidad. Potenciada, encima, porque Zuculini tampoco estuvo disponible (ambos por problemas físicos). Ante un equipo que hace del físico su bandera, como el de Eduardo Domínguez, Racing ya arrancó perdiendo desde la previa.
Se intuía que Estudiantes, a partir del doble eje compuesto por Ascacibar y Neves, podía sacar ventaja a un doble cinco demasiado tibio que proponía Costas, con Barrios haciendo dupla con Almendra. El uruguayo, un volante que acompaña, no destaca por la recuperación ni el rigor físico. A su lado, una Almendra que necesita sí o sí a alguien que se raspe por él. La ecuación le salió pésimo a Racing: fue totalmente dominado y Almendra, que casi no tocó la pelota, no salió a jugar el ST. Pero sería injusto recaerle con todo al ex Boca.
Fue todo Racing, desde su técnico hasta los jugadores, el que no estuvo a la altura. Estudiantes se hizo ancho como le gusta, encontró espacios por el centro y fue siempre el protagonista. Arias, el primero en darse cuenta de que la cosa no caminaba, se cansó de pedirle cambios a Costas y hasta buscó aire simulando una lesión. Cosas del destino, cuando reanudó, se la pasó a Quirós, el pibe salió mal, la perdió con Carillo y Ascacibar se la picó al 1 para poner en merecida ventaja al local.
Estaba claro que el ST no iba a poder seguir igual para la Academia. Encontrando precio, se fue al descanso perdiendo por apenas un gol. Acá es cuando Costas se quedó a mitad de camino. Metió tres cambios pero no retocó jamás la estructura del equipo. Sin Sosa, Salas ni Almendra, hizo cambios de nombres pero nunca rompió la línea de tres centrales para sumar un volante para intentar recuperar teniendo más gente. Zaracho tampoco es de marca y se sumó al lado de Barrios para seguir teniendo los mismos problemas. Apenas jugó con un doble nueve y Vietto casi de enganche, pero el DT no observó que los problemas nacían mucho más atrás.
Estudiantes, entonces, siguió jugando como candidato. Redobló esfuerzos, tocó, jugó, mordió y levantó a su gente frente a un Racing que ni siquiera intentó emparejarlo desde las ganas. El Pincha terminó ganando con un golazo de Neves para el delirio de su gente, que ya se pone la Pincha de candidato.