Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Julián Campanino se presentará este viernes en la Súper Gala de Boxeo en el Club Argentino de Santa Rosa. Será una nueva oportunidad para que el pampeano sume una nueva victoria y conserve su condición de imbatido. Enfrentará al misionero Juan Alberto Batista, en la pelea estelar que se desarrollará en el gimnasio de la calle Gobernador Duval y Antártida Argentina.
El capitalino se ha preparado intensamente para esta gran oportunidad en la que volverán a subir al ring boxeadores de su escuela a los que piensa proyectar.
Pensando en su compromiso, insiste en que tiene la necesidad de mostrarse en casa, conseguir que el público entienda del esfuerzo y lo acompañe hacia cosas importantes en los próximos años. Siente, en su interior, que esa gran ocasión titular puede llegar antes de lo previsto.
Por lo pronto, confiesa que le interesa estar cerca de su gente y brillar para estar en la consideración general.
- ¿Cuáles son las expectativas para esta nueva presentación?
- Las únicas que se me generan es que todos los que forman parte del evento tengan una buena competencia, que les sirva para forjar su camino y confianza, que la gente siga acompañando y que todos terminen sanos en su casa.
- ¿Qué representa ser estelar de un festival ante un rival muy complicado que viene a dar batalla?
- Es algo cuando tenía etapa amateur, como adolescente, y veo que era uno de los errores. Que soñaba con ser profesional, fondista, convocar gente demasiado rápido. Eso no se disfruta mucho en el amateurismo, tenía la inmadurez. Hoy estoy maduro, tranquil, solté el pasado, vivo el presente, el día a día, trato de ser feliz todos los días. Para ser estelar hay que estar bien preparado. Como todo deporte individual y de alta competencia, pasamos por todas las sensaciones, miedo, ansiedad, pero trato de disfrutar. Pero si los momentos me van sucediendo es porque me lo merezco. Trato de ser feliz. El rival es una prueba más, ya lo conozco, quiero ganar para superar una prueba más.
- ¿Cómo has superado las lesiones y te has puesto en carrera nuevamente?
- Trabajo con Facundo Holgado, mi nutricionista Candela, Ezequiel Sosa el kinesiólogo me da tranquilidad, el profe de remo Bautista, mi médico Jorge García. Todos aportan para que esté donde esté. Y el amor que tengo por esto. Empecé hace diez años y sigo con los mismos sueños, no volverme loco. Cuando han surgido lesiones nunca paré, hacía recuperaciones con hielo. Y tengo muchos kilómetros recorridos, kilos de pesas, mucho guanteo. Todo eso sirve como experiencia para darme confianza y saber dónde estoy parado. Y felicitarme por seguir activo, en un buen nivel y que puedo hacer muchas cosas.
- ¿Por dónde pasa tu motivación?
- Sueño con ser feliz, el boxeo me mantiene activo con cosas por las que luchar. Trato de ser buena persona y eso se refleja como deportista. Ser feliz en este camino, agradecido a Dios y el universo. Y quiero prepararme por todo lo que viene. A mí me motivaba tener a mi papá al lado, el que me metió en esto. Yo boxeaba para que él se sintiera orgulloso, que estuviera contento de que el hijo pudiera hacerlo bien. Después que murió me costó mucho y tuve que volver a conectarme, estaba un poco cansado. No sentía protección, estaba un poco solo y necesité hacer una pausa. Tengo una pasión muy grande por esto. La mecha nunca se apagó. Siempre recordando a papá y a Walter Nieto.
- Has tenido propuestas para pelear por cosas importantes, y sin embargo decidiste afianzar tu carrera acá. ¿Por qué?
- Es un poco de nafta extra la que me motiva. Que me llamen para pelear por un título argentino, para estar en ESPN como fondista, que me sondee TyC Sports, llamadas de afuera, me mantienen vivo. Lo estoy haciendo bien, estoy en el radar, estoy rankeado en el plano nacional y eso es motivo de orgullo. Hay mucha luz en el camino, siento la bendición de Dios y el Universo para que se den las cosas. Decido pelear acá, decido hacerlo acá y quiero afianzarme acá. Decido conectar con mi gente acá, hacerme popular acá, y que la gente me quiera. Y a corto plazo hacer un título, pero acá. Afuera las pagas son bajas, no tiene sentido por ahora. Que quede claro: no rechazo peleas por rechazar, quiero que el rédito económico sirva. Por lo pronto, voy a seguir soñando acá, en La Pampa, donde quiero consolidar mi camino.