Fernando Cavallo, campeón al paso

Un caballo galopa, va al tranco, ve que el sendero invita a pasear y, libre, sin corralitos, vuelve a bailar en la inmensidad de la llanura. En campo abierto, cuando todo parece ideal, cuando el día invita, siente la atmósfera en cuerpo entero y agradece. 

Fernando Cavallo atraviesa todas y cada una de esas situaciones. Es, por momentos, un corcel bravo, un rocinante y Don Quijote en una misma escena para imponer su clase y festejar, por vez primera, en la capital de la provincia de La Pampa. Precisamente aquí, cuando ya es hasta natural hablar de tenis y de las aventuras fuera de casa de Santino Aranda, Valentino Paloma, Valentín Florez, o el mismísimo Felipe González, Fernando, 943 del ranking mundial, volvió a dar una clase de tenis, esta vez sobre el tandilense Manuel Mouillerón Salvo (1157), compañero de Academia, por un doble 6-3.

La Copa Sancor Seguros se fue así para el segundo mejor clasificado del torneo tras la deserción del norteamericano Alex Stater. Y otro salto a la victoria de Cavallo.

La final

Después de cuatro días intensos, la cancha central del Centro Empleados de Comercio fue escenario de la final de los dos mejores.

Cavallo recién rompió el servicio de Mouillerón en el cuarto juego, pero lo perdió en el game siguiente.

De todos modos en el sexto juego Cavallo volvió a romper el saque de su rival con un passing de derecha para quedar nuevamente en ventaja que estiró con su servicio en el juego siguiente. 

Mouillerón estuvo en aprietos en el octavo game, pero zafó del quiebre que le hubiese dado el parcial al marplatense. Sin embargo en el noveno juego, todo fue muy sencillo y en 1h02m Cavallo se llevó el set 6-3.

En el segundo set ambos conservaron sus saques y Mouillerón empezó a sentir la presión de buscar la igualdad ante un jugador que decididamente controló el partido. Si bien logró sostener el saque en el tercer game, tuvo que luchar para levantar tres breaks points. 

Ese envión, con el juego 2-1 a su favor, lo llevó a tomar más riesgos y pensar en volver al partido. Le tiró responsabilidad y peso a Cavallo quien, con una doble falta, quedó abajo 1-3.

Lo que vino después, fue lo mejor del mediodía en el predio de Empleados de Comercio.

Cavallo se rehabilitó por completo y ganó los cinco juegos seguidos. Dominó con claridad el juego y la sensación de autoridad fue cada vez mayor.

El chico de 18 años manejó muy bien el drop, devolvió todo y llegó a bolas increíbles. En moral, eso es dosis de confianza de un lado, y frustración del otro. Sus golpes fueron más veloces y profundos y, sobre todo sacó muy bien.

En el noveno juego, en el primer match point y con el saque de Mouillerón, todo se resolvió con un error en la red. Fue la pintura del disgusto y la desazón ante un inobjetable campeón que, al paso, al trote o al galope, mostró su clase en La Pampa en una primera vez con pinta de no haber sido la última.