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EL DIARIO digital
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Cuando mira sus pasos detrás de su espalda, como en una película de su propia historia haciendo carreras de calle, y no encuentra una palabra diferente para definirlo que "sacrificio". Ese abrazo con su entorno, que sabe mejor que nadie de esfuerzos, tras cruzar meta en 2h28m42s para cumplir su quinto maratón, guarda mucho. "Que salga todo bien es una retribución hermosa para ellos", le dice a El Araucanito Simón Cabrera, tercero el domingo en A Pampa Traviesa en una gran actuación, y en un alto de su trabajo como celador en el Servicio Penitenciario mientras sus piernas y su cuerpo se recuperan poco a poco.
- Cuando uno decide ser atleta, difícilmente imagina ser maratonista. Solo quiere correr. ¿Qué te pasó a vos, que elegiste este desafío tan exigente?
- Cuando decidí hacer mi primer maratón ya tenía 4 años en este deporte. Si bien salió de una promesa (estaba en la escuela del Suboficiales del S.P.F en Ezeiza y los destinos te pueden tocar en cualquier lado) que si me volvía a La Pampa corría los 42km de A Pampa Traviesa, pero ¡por única vez!
- Has contado que bajaste mucho de peso, que significó un enorme sacrificio. En todo ese proceso, ¿pensabas sinceramente que poco a poco te podías convertir en un atleta de 42K con marcas dignísimas?
- Nunca pensé que podría llegar a correr más maratones. Ni mucho menos bajar el tiempo en cada una de ellas. Pero me fue atrapando tanto que me enamoré de la distancia. Quería que cada uno fuese especial. Durante el año son preparaciones especiales.
- Pasan los años y La Pampa estaba tratando de encontrar un referente en la distancia. Javier Fermín, el Galgo Aguirre en un momento, Darío Pedernera o Kun Kun Parada aparecieron como eventuales sucesores de Alejandro Giménez. La tuya tal vez es una de las más firmes apariciones. ¿Sentís que podés tomar el legado de Alejandro?
- Cada atleta corre por su legado. Yo no pretendo ser sucesor de nadie ni de nada. Respeto mucho a cada uno de ellos y ellos saben, porque se los dije en persona, que son Señores Maratonistas. Pero saben que lo mío va por otro lado también. No sé si soy un referente pero tampoco quiero serlo, menos en estos tiempos donde todo el mundo tiene derecho a opinar sin estar en los zapatos de la persona.
- ¿Cómo saliste a plantear la carrera, sobre todo, en un día que se prestaba para correr bien?
- El ritmo era 3m29s/3m31s cada mil metros. Y eso salí a buscar de entrada. Era tratar de aguantar hasta donde se pueda. Y por surte lo pude sostener hasta la llegada. Pasé en 1h14m15s los 21 kilómetros y en 1h14m27s la segunda para culminar en 2h28m42s. Fue una carrera muy prolija. Cuando empecé a correr solo salía a correr. No había reloj GPS, ritmo, ni nada. Solo salir a correr y disfrutar.
- La Pampa tiene una carrera que, con aciertos y errores, se mantiene. ¿Qué te gustaría que pase en la próxima edición?
- No opino de esto. Solo agrego que esta edición fue realmente hermosa.
- Una vez en meta te abrazaste a tu familia. ¿Cuánto hay en ese momento acumulado? La soledad de los entrenos, la soledad del sacrificio, el aguante de ellos ¿qué se cruza mentalmente?
- Es algo muy bonito que una persona tendría que vivir. Porque es como una retribución hermosa que todo salga bien. Que valió la pena todo el esfuerzo y el sacrificio aunque sabía que estaba la posibilidad de que también fallase. Estuve tres días con fiebre la semana antes de la carrera.
Sus tiempos en 42K
Primera carrera: 2019, A Pampa Traviesa, 2h43m. Segunda: 2021, A Pampa Traviesa, 2h38m. Tercera, 2021, Maratón de Mendoza, 2h34m (medalla de plata). Cuarta: 2022, A Pampa Traviesa, 2h32m. Quinta: 2023, A Pampa Traviesa, 2h28m, medalla de plata.