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Hallan el origen de la metástasis y cambia para siempre el tratamiento del cáncer

Se trata de un descubrimiento del Instituto Sloan Kettering de Nueva York, liderado por el oncólogo español Joan Massegué.

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EL DIARIO digital

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Científicos del Instituto Sloan Kettering de Nueva York descubrieron que las células que inician las metástasis hackean un mecanismo de reparación natural del cuerpo humano y lo utilizan para extender el cáncer a otros órganos. Este avance científico abre una vía para un posible tratamiento para combatir el cáncer.

El adelanto científico, publicado en la revista Nature Cancer en el año 2020, significa un fuerte avance si se tiene en cuenta que la metástasis, que es la propagación del cáncer a otras regiones del cuerpo, es responsable del 90% de las muertes por cáncer.

El descubrimiento científico que cambia para siempre el tratamiento del cáncer

El nuevo estudio concluye que las células iniciadoras de metástasis emplean un truco para propagarse. En concreto, cooptan las capacidades naturales de curación de heridas del cuerpo.

"Ahora entendemos la metástasis como la regeneración del tejido equivocado -el tumor- en el lugar equivocado, los órganos vitales distantes", dice Joan Massagué , director del Instituto Sloan Kettering y el director de la investigación, que lleva 30 años investigando.

Anteriormente, había indicios de que los cánceres podrían utilizar vías de curación de heridas para apoyar su crecimiento. En la década de 1980, el investigador Harold Dvorak denominó a los tumores "heridas que no sanan". Pero los nuevos hallazgos presentan la primera imagen detallada de cómo funciona este proceso en el nivel de células y moléculas.

Aunque la metástasis es mortal, no es algo que las células cancerosas puedan hacer fácilmente. Para propagarse, las células cancerosas deben separarse con éxito de sus vecinas, atravesar las capas de tejido que las separan de la circulación, nadar o arrastrarse a una nueva ubicación en el cuerpo a través de la sangre o el líquido linfático, salir de estos vasos, luego echar raíces y comenzar a crecer en la nueva ubicación.

En cada paso de este proceso, la mayoría de las células cancerosas sueltas mueren. Menos del 1% de todas las células cancerosas que se desprenden de un tumor finalmente formarán metástasis medibles.

Los detalles del descubrimiento

El equipo buscaba entender qué permite a algunas células sobrevivir a este viaje estresante. Por eso, se centraron en una molécula llamada L1CAM, que estudios previos del laboratorio de Massagué habían demostrado que es necesaria para que numerosos tipos de células cancerosas hagan metástasis con éxito en los órganos.

Los tejidos sanos normales no suelen producir L1CAM, pero los cánceres avanzados sí lo hacen. Lo que desencadena exactamente la L1CAM ha sido hasta ahora un misterio.

Al observar los tejidos tumorales humanos con un microscopio, fue claro para los investigadores que dividir las células con L1CAM era más común en áreas donde se rompía una capa epitelial, es decir, herida. Esto llevó a los científicos a preguntarse si se requiere L1CAM para la reparación normal de heridas, como ocurre en el intestino después de la colitis. Usando un modelo de colitis en ratones, descubrieron que, de hecho, este era el caso.

En definitiva, el avance revela que las metástasis no se derivan de mutaciones genéticas, sino por una reprogramación de las células que les permite regenerar creando metástasis.

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