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EL DIARIO digital
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Así lo recoge una investigación publicada en la revista Science liderada por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
Los investigadores creen que los hidrocarburos aromáticos policíclicos HAP), que contienen anillos de átomos de carbono fusionados, almacenan entre el 10 y el 25 por ciento del carbono que existe en el espacio.
Hace más de 40 años, mediante los telescopios de infrarrojos de los que disponían, los científicos comenzaron a detectar rasgos en el espacio que atribuyeron a la presencia de HAP, pero las técnicas de entonces no les permitieron distinguir qué tipo de moléculas eran exactamente.
"Desde los años 80 del siglo pasado se acepta que los HAP están en el espacio, y se han encontrado en meteoritos, cometas y muestras de asteroides, pero ahora no habíamos podido constatar qué tipo de HAP eran específicamente", ha señalado Gabi Wenzel, investigadora de MIT.
El hecho de que, desde entonces, se hayan encontrado HAP en meteoritos, asteroides y cometas empezó a hacer pensar a los investigadores si los HAP serían la fuente de gran parte del carbono que formó nuestro propio Sistema Solar.
El pasado año, un grupo de investigadores japoneses hallaron grandes cantidades de pireno en muestras del asteroide Ryugu recogidas durante la misión Hayabusa2, junto con HAP más pequeños, como el naftaleno.
Ese descubrimiento motivó a los autores de esta investigación a buscar pireno en la nube molecular interestelar Tauro, situada entre las constelaciones de Tauro y Auriga y conocida con el acrónimo TMC-1.
El resultado es que el pireno que contiene es la tercera molécula más grande identificada en el espacio, y la más grande jamás detectada mediante radioastronomía.
Los investigadores encontraron estas señales en toda la nube interestelar TMC-1.
También descubrieron que el cianopireno representa aproximadamente el 0,1 por ciento de todo el carbono que se encuentra en la nube, y, aunque parezca una cifra pequeña "es significativa si se tienen en cuenta los miles de tipos diferentes de moléculas que contienen carbono que existen en el espacio", indican.
"Es una abundancia masiva. Un sumidero de carbono increíble", concluyen los investigadores.