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Soja: ¿por qué el productor la retiene?

Por Mariano Fava (*)

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EL DIARIO digital

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Desde la implementación de las retenciones a la producción agropecuaria en Argentina a comienzos de este milenio, han pasado al menos tres tipos de gobierno, desde la izquierda hasta la derecha. Sin embargo, en todos los casos se ha mantenido un interés extremo por lograr que el productor agropecuario liquide su stock de soja para alimentar las siempre raquíticas reservas de dólares del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

A lo largo de los años, se han intentado múltiples estrategias intervencionistas para acelerar estas ventas, como la creación de tipos de cambio diferenciados o la suspensión temporal de parte de las retenciones. No obstante, estas medidas han tenido un impacto limitado. Cuando la presión gubernamental por la liquidación de divisas aumenta, comienzan las reuniones con la Cámara de la Industria Aceitera, los exportadores y la Mesa de Enlace, como si ellos tuvieran la capacidad de destrabar una decisión que es, en última instancia, personal.

El productor agropecuario argentino es un individuo con firmes convicciones, difícil de influenciar en contra de su criterio, y ve en la soja el resguardo de su capital de trabajo. Esto se debe a una combinación de factores biológicos y de mercado que explicaremos a continuación.

Así como la clase media y media baja argentina encuentra en el dólar un refugio seguro frente a la inestabilidad económica, el productor agropecuario ve en la soja su moneda de reserva. Esto se debe a varios factores clave:

1. Facilidad de almacenamiento: A diferencia de otros granos como el trigo o el maíz, la soja puede almacenarse en silo bolsa durante largos períodos (dos años o más) sin sufrir deterioro significativo. Mientras que el maíz, con su alto contenido de almidón, puede fermentar y deteriorarse, la soja mantiene su calidad comercial con relativa facilidad.

2. Liquidez y transparencia del mercado: La soja tiene un mercado dentro del contexto en que vivimos bien arbitrado y transparente, con precios que reflejan la oferta y demanda global. A diferencia de otros granos que pueden enfrentar restricciones logísticas o comerciales, la soja es mayormente destinada a la industria de molienda, por lo que es fácilmente comercializable en cualquier momento del año.

3. Control sobre la comercialización: Gracias al silo bolsa, el productor mantiene el control total sobre su mercadería. Puede decidir cuándo vender, en qué cantidad y a qué mercado destinar su producto, evitando el riesgo de quiebras en intermediarios comerciales.

4. Menor riesgo de depredadores: Se ha comprobado empíricamente que los roedores y chanchos jabalí prefieren granos como el maíz o el trigo antes que la soja almacenada en silo bolsa, lo que reduce el riesgo de pérdidas por ataques de fauna silvestre.

El productor agropecuario toma decisiones basadas en una lógica sencilla pero efectiva. Si tiene un stock alto de un grano que puede almacenar sin riesgos y no logra venderlo al precio que considera adecuado, optará por guardarlo y redirigir sus recursos productivos hacia otras alternativas más rentables o menos riesgosas. Esto puede incluir cambiar de cultivo, alquilar su campo o darlo en aparcería, permitiendo que otro asuma el riesgo productivo.

En definitiva, un productor no venderá su soja por alertas de posibles bajas de precios, por suspensiones temporales de retenciones ni por cualquier otro argumento coyuntural. Solo liquidará su grano si el precio le resulta conveniente para su estructura de costos, si existe un riesgo real de deterioro de la mercadería almacenada o si necesita capital para realizar una inversión, pagar arrendamiento, etc. Además, los gastos personales de un productor suelen ser bajos: con dos o tres camiones de soja al año, un productor sin hijos en la universidad puede cubrir cómodamente su nivel de vida.

Por estas razones, la soja seguirá siendo el refugio de valor del productor agropecuario argentino, sin importar cuántas estrategias gubernamentales intenten forzarlo a vender.

(*) Ingeniero Agrónomo (MP: 607 CIALP) -Posgrado en Agronegocios y Alimentos- @MARIANOFAVALP

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