¿Cultivo de segunda o barbecho largo? Cómo decidir en un año "Niña"
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EL DIARIO digital
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El sector agropecuario atraviesa un escenario desafiante marcado por cambios económicos y estructurales. Los recientes incumplimientos de empresas reconocidas en el mercado de insumos han puesto de manifiesto las tensiones financieras y operativas que afectan a toda la cadena productiva.
Este panorama, caracterizado por la contracción del mercado de agroquímicos, la presión fiscal elevada en los tres estamentos estatales (nación, provincia y municipio), y la caída en los precios internacionales de los granos, impacta de manera particular en regiones como La Pampa, donde el clima semiárido agrega un desafío adicional, junto a la lejanía de los puertos y una matriz impositiva/ambiental que inviabiliza cualquier proyecto serio de agregado de valor en origen para el pequeño y mediano empresario, relegándolo a un puñado de grandes empresas.
Es urgente plantear un régimen de incentivos de inversiones que favorezca a las pequeñas y medianas empresas agropecuarias situadas a más de 400 kilómetros de los principales centros de exportación. Sectores como la bioenergía y la lechería ofrecen oportunidades reales de desarrollo, siempre que se garantice un modelo que no dependa de transferencias de valor entre el grano y el producto final, sino que genere beneficios genuinos para toda la cadena.
Señales de alerta
El mercado de insumos sufrió una caída drástica, reflejando una demanda reducida ante las condiciones de costos crecientes en dólares y un tipo de cambio oficial que no acompaña la inflación operativa. Este ajuste se suma a un escenario internacional adverso, con cotizaciones bajas para soja, maíz y trigo, los pilares de la producción pampeana. Además, los productores han optado por consumir los stocks adquiridos en 2023, lo que ha disminuido la actividad comercial de corto plazo y extendido los plazos de financiamiento en toda la cadena, generando un profundo estrés financiero en la misma.
A nivel local, La Pampa enfrenta dificultades adicionales por la fragilidad de sus suelos, lejanía de los puertos, falta de una industria de molienda de escala competitiva y la dependencia de un aporte hídrico adecuado en un contexto de pronóstico de zafra "niña" (lluvia por debajo de lo normal). La conjunción de menores ingresos, costos crecientes, un esquema impositivo sin cambios significativos, sumado al riesgo de requerimientos ambientales innecesariamente severos, exige a los productores prudencia ajustando sus modelos de negocio.
Estrategias para enfrentar la crisis en La Pampa
1.Gestión Financiera Proactiva
oRevisar y calibrar los flujos de caja para priorizar pagos esenciales y reducir dependencias de financiamiento externo.
oEvitar compromisos financieros de largo plazo que no tengan un respaldo productivo sólido (posponer inversiones).
2.Optimización del Uso de Insumos
oFocalizar en prácticas agronómicas que maximicen la eficiencia del uso de agroquímicos y fertilizantes, considerando la calidad y las características del suelo pampeano.
oIncorporar análisis de suelos regulares para reducir costos innecesarios y aumentar la productividad.
3.Diversificación de Cultivos
oEvaluar la inclusión de cultivos menos dependientes de insumos o con mayore seguridad de producción, como sorgo o leguminosas adaptadas al clima semiárido.
oConsiderar rotaciones que contribuyan a la recuperación de la fertilidad y la conservación del recurso hídrico.
4.Uso Estratégico de Coberturas
oAprovechar instrumentos financieros como contratos a futuro para asegurar precios y reducir el impacto de la volatilidad en el mercado.
oMantener una estrategia de cobertura diversificada que contemple distintos escenarios de precios y costos.
5.Fortalecimiento de Asociativismo
oBuscar alianzas entre productores para compartir recursos, costos de insumos y tecnología, lo que permite reducir el impacto financiero individual.
En conclusión, se deberán arbitrar todos los medios para evitar el sobreendeudamiento en contextos de alta tasas de interés e incertidumbre, priorizando un manejo conservador del capital de trabajo. No depender exclusivamente de los precios internacionales para planificar la campaña, considerando los costos en dólares y los riesgos asociados al tipo de cambio. Prever la volatilidad climática mediante un análisis detallado de pronósticos y planificación de contingencias productivas. Dicho en otras palabras, la resiliencia será fundamental para superar este periodo crítico. Con una planificación rigurosa y decisiones estratégicas, el agro pampeano puede mantenerse firme frente a las adversidades, preservando su rol clave en la economía argentina.
