Ambiental

¿Menos carne para salvar al mundo?

Habiendo pasado el Dia Internacional de Lucha Contra el Cambio Climático, en la columna ambiental de hoy abordamos como los problemas son multicausales; aunque las soluciones pueden ser integradoras. Hoy: disminución del consumo de carne.Escribe: Ing. Florencia Srur

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EL DIARIO digital

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El 24 de octubre se celebra el Día Internacional de Lucha Contra el Cambio Climático, una fecha que nos invita a reflexionar y a actuar ante uno de los mayores desafíos ambientales de nuestra época. Pero, ¿qué es realmente el cambio climático y cómo podemos enfrentarlo desde nuestro estilo de vida y hábitos de consumo?

El cambio climático es la variación a largo plazo de la temperatura y patrones climáticos en la Tierra, mayormente causada por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y las prácticas agrícolas intensivas. Estos procesos incrementan las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO?) y metano (CH?), que atrapan el calor en la atmósfera y elevan la temperatura global.

Un cambio significativo en el esquema de producción, como la ganadería regenerativa extensiva en ambientes nativos, junto con la reducción del consumo de carne a nivel mundial, podría contribuir enormemente a revertir esta tendencia. La ganadería es una de las industrias más intensivas en carbono, y no solo por el metano que producen los animales rumiantes como las vacas. La ganadería requiere vastas extensiones de tierra, que a menudo se obtienen a través de incendios forestales (no)controlados para limpiar áreas de bosque y selva, liberando grandes cantidades de CO? al ambiente.

Este tipo de prácticas reduce drásticamente la vegetación que de otra manera absorbería CO?, dejando a la atmósfera con menos "pulmones verdes" para mitigar las emisiones. Además, el sobrepastoreo y el pisoteo constante por el exceso de ganado degradan el suelo, afectando su capacidad de absorción de CO?. En sistemas intensivos como los feedlots, la densidad de animales y la presión sobre el suelo agravan estos efectos, disminuyendo el potencial del suelo como sumidero de carbono.

Así, al cuestionar y reducir el consumo de productos de origen animal, especialmente de carne bovina, promovemos una producción y un consumo más sustentables. Es un cambio que puede parecer pequeño, pero que, sumado a millones de acciones similares, se convierte en una fuerza global capaz de influir positivamente en la lucha contra el cambio climático.

En este Día Internacional, recordemos que nuestras decisiones tienen impacto. Cambiemos el rumbo: más allá de hábitos personales, exijamos que empresas, industrias y gobiernos opten por un camino hacia sistemas de producción que protejan nuestros recursos naturales y respalden una convivencia armónica con el planeta.

*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN365

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