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EL DIARIO digital
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La identidad puede definirse en función del entorno social, cultural y también natural. En este último aspecto, los símbolos y lenguajes asociados a los elementos naturales que nos rodean tienen un profundo impacto en la forma en que nos percibimos en un entorno compartido. En otras palabras, nuestra identidad puede estar influenciada por los símbolos que nos identifican.
En La Pampa, la "pampeanidad" puede definirse a través de ciertos elementos del paisaje natural, como el Huitrú o Caldén, el atardecer, la extensa llanura, el cardenal amarillo, el ñandú o choique, entre otros. También incluye elementos que podrían parecer naturales pero que en realidad no lo son.
Entre estos elementos no naturales, encontramos la presencia de especies exóticas invasoras de flora y fauna. Uno de los ejemplos más notables, que durante mucho tiempo fue considerado como parte integral de la pampeanidad, es el Ciervo Colorado o Europeo, introducido por Pedro Luro desde Europa con fines de caza. Esta especie exótica, debido a su gran adaptabilidad a diversos ambientes, se ha expandido ampliamente por toda La Pampa y otras zonas del país. Sin embargo, su presencia no solo ha desplazado o llevado a la extinción de especies locales, sino que también ha perjudicado la estructura del bosque de Caldén. La brama del Ciervo Europeo no es un fenómeno natural en esta región ni en nuestro país.
Otro ejemplo de cambio en el paisaje es la imagen clásica de un campo sembrado con cereales, como el trigo, con un solitario Caldén aislado. Esto representa una situación de desmonte y cambio de uso de suelo debido a la expansión de la frontera agropecuaria, lo que resulta en la degradación de un bosque único en el mundo, compuesto en su mayoría por una especie endémica. La romatización de un árbol solitario en medio de una matriz productiva, aunque a menudo se asocie con el campo y el "progreso", en realidad transmite una imagen bastante triste.
Por último, debemos abordar la autopercepción de nuestro entorno como un desierto, un desierto artificial creado como consecuencia del corte de un río debido a la construcción de un sistema de represas en la provincia vecina. Sin embargo, La Pampa, si no fuera por este problema ambiental, albergaría un gran sistema de humedales en el oeste. Este sería un paisaje visual y sonoro con una amplia variedad de aves y otros animales acuáticos, así como una diversa flora asociada a la presencia de agua. Si estos humedales estuvieran intactos, tendríamos alrededor de 160,000 hectáreas de agua, flora y fauna, un paisaje muy lejano a un desierto.
La "pampeanidad" es la forma en que nos percibimos a nosotros mismos, y esta percepción está influenciada por los símbolos que construimos, no solo en relación con los valores sociales, sino también con los elementos naturales. Sería interesante que reconsideremos la incorporación de las especies nativas de fauna y flora como parte fundamental de nuestra identidad. Además, debemos comprender que un árbol solitario no constituye un bosque y que los bosques tienen un valor inmenso. Por último, debemos reconocer que no somos un desierto, sino que nos hicieron creernos sin agua. La Pampa es hermosa, y debemos incluir esta belleza en nuestra identidad.
*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPn°365