Ambiental

Oxígeno oscuro y la codicia humana

En la columna ambiental de hoy abordaremos un gran nuevo descubrimiento y cómo la codicia humana puede causar un desastre.Escribe: Ing. Florencia Srur*

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EL DIARIO digital

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El 20,95% de nuestra atmósfera está compuesto por oxígeno (O?), un gas fundamental para la mayor parte de la vida en la Tierra. Este elemento es crucial para nuestra supervivencia, ya que juega un papel esencial en la respiración celular, un proceso que transforma la materia orgánica en inorgánica mediante oxidación, generando así energía. Las plantas y otros organismos, como las algas, emiten oxígeno a través de la fotosíntesis.

Desde siempre, se nos ha enseñado la importancia de plantar vegetación, no solo por su capacidad para absorber dióxido de carbono (un gas de efecto invernadero), sino también por su emisión de oxígeno. Con el tiempo, descubrimos que las algas marinas son los principales productores de oxígeno en el planeta y que el océano es responsable del 70% de la producción de este gas en la Tierra. Sin embargo, un reciente descubrimiento ha puesto en duda mucho de lo que creíamos saber.

En 2013, investigadores escoceses detectaron una gran cantidad de oxígeno en zonas abisales del océano, es decir, en las profundidades más remotas del mar, a unos 4000 metros bajo la superficie, donde la luz solar no penetra. Este hallazgo fue sorprendente, ya que sin luz solar no es posible que ocurra la fotosíntesis, lo que teóricamente impediría una gran emisión de oxígeno. Después de años de investigación, en 2024, la revista Nature Geoscience publicó una explicación al respecto.

La producción de oxígeno abisal se debe a la presencia de nódulos metálicos naturales en el lecho marino, compuestos de elementos como litio, cobalto y cobre. Estos nódulos, mediante un proceso de electrólisis del agua (separación del oxígeno del agua - H?O - mediante electricidad), generan lo que ahora se conoce como "oxígeno oscuro". Este oxígeno oscuro podría representar un porcentaje significativo de la producción total de oxígeno marino, superando incluso a la producción de las algas.

Debido a que estos nódulos metálicos contienen elementos clave para la transición energética, el lecho marino está en riesgo de explotación minera. Esto ha generado preocupación entre ambientalistas, tanto académicos como no académicos, ya que la explotación de los océanos ha demostrado tener impactos que son extremadamente difíciles de revertir. Además, aún no comprendemos completamente las consecuencias que podría tener la alteración del ciclo del oxígeno al modificar una de sus principales fuentes de generación.

Aunque la transición energética es necesaria para mitigar el cambio climático, la adopción de energías verdes no debe implicar la devastación de ningún ecosistema. De lo contrario, estaríamos repitiendo, o incluso empeorando, los errores cometidos con el uso de combustibles fósiles. Aunque el impacto cero es imposible, debemos aprender de nuestros errores pasados. Si aún no tenemos suficiente información sobre cómo la extracción de estos nódulos abisales podría afectarnos a nosotros y al planeta entero, es mejor no extraerlos. Ante todo, debemos aplicar el principio de precaución.

Por ahora, todo lo que creíamos saber sobre la producción de oxígeno planetario e incluso sobre el origen de la vida está siendo cuestionado a la luz del descubrimiento del oxígeno oscuro. Que la ciencia, la investigación, la curiosidad y el aprendizaje se orienten hacia el progreso de toda la Tierra, y no solo en beneficio de unos pocos, a costa de la calidad de vida de todos/as.

*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN° 365

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