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EL DIARIO digital
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El viernes 26 de julio se inauguraron los Juegos Olímpicos N°33 en París, Francia, con una ceremonia majestuosa que duró aproximadamente cuatro horas. Este evento internacional atrae la atención del mundo entero y, por ello, ha tenido que adaptarse a las nuevas exigencias ambientales. La página oficial de los Juegos Olímpicos de París 2024 afirma que el evento es carbono neutro, siendo los primeros en adoptar una conciencia ambiental de esta magnitud.
Pero, ¿qué significa ser carbono neutro? Según el Parlamento Europeo, la carbono neutralidad se alcanza cuando se emite la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera que la que se absorbe por diferentes medios, resultando en un balance neto de emisiones cero. Esto también se conoce como "huella de carbono cero", es decir, que el total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) causadas por una persona, organización, servicio o producto es igual a cero. Este objetivo de neutralidad de carbono es uno de los compromisos globales que se buscan alcanzar antes de 2030 por todos los países firmantes del Acuerdo de París, en el marco de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de 2015.
El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos ha implementado una metodología llamada AAROM, que significa Anticiparse, Evitar, Reducir, Compensar y Movilizar. Cada fase de esta metodología o Plan de Acción tiene como objetivo reducir a la mitad las emisiones de GEI en comparación con ediciones anteriores de los Juegos Olímpicos, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático. En la fase de Anticipación, se toma como referencia que las ediciones anteriores emitieron un promedio de 3.5 millones de toneladas de CO2. En la fase de Evitación, se busca minimizar la huella de carbono mediante el uso de infraestructuras ya existentes. La fase de Reducción pretende disminuir las emisiones a 1.5 millones de toneladas de CO2. La fase de Compensación aborda las emisiones incontrolables, como el desplazamiento de participantes y asistentes, mediante acciones climáticas. Finalmente, la fase de Movilización busca concienciar al público global sobre la importancia de la acción ambiental.
No obstante, este ambicioso plan ha generado controversia. El 22 de julio se registró el día más cálido de julio en la historia, exacerbando las preocupaciones por el cambio climático. En pleno verano francés, los deportistas han solicitado medidas de protección contra las olas de calor, como la instalación de aire acondicionado en sus habitaciones. Sin embargo, en consonancia con las medidas de reducción de emisiones, se ha limitado el uso de aire acondicionado, dejando solo instalaciones mínimas en algunos estadios. Ante las quejas, el Comité Olímpico ha permitido una cantidad limitada de aire acondicionado en ciertos sectores de la Villa Olímpica y ha recomendado a los deportistas métodos alternativos de enfriamiento, como baños de hielo.
Paralelamente, Francia ha invertido 1.4 millones de euros en la limpieza del río Sena, que atraviesa París y está gravemente contaminado, principalmente con E. coli. Este río es crucial para el desarrollo de competencias como el triatlón y la natación en aguas abiertas. Frente al descontento de los parisinos por la enorme inversión sin resultados claros, el Comité Olímpico ha decidido que la calidad del agua se medirá el día de las competencias y, dependiendo de los resultados, se decidirá si estas disciplinas se llevarán a cabo.
Será interesante ver si la promesa de carbono neutralidad se cumple o si, como en el caso del río Sena, resulta ser una gran inversión con resultados insatisfactorios. Por ahora, ¡vamos Argentina por el oro!
*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN365