La historia de El Diario, también cruzada por la Memoria
Anécdota de un día clave para la salida a la calle.
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EL DIARIO digital
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En su momento, antes de la formal fundación de El Diario, la publicación de tantos “número 0” (ediciones para consumo propio, sin que salieran a la calle) hasta permitía cierta burla de periodistas de otros medios, que con cierto derecho interpretaban que quienes trabajaban en El Diario estaban “jugando al periodismo”…
Durante semanas fue intenso el renegar con errores y carencias. Había días de abatimiento mayúsculo, en que parecía que realmente sería imposible alguna vez salir a la calle como correspondía. Y sin embargo, en abril del ’92, cayó la mejor de las fichas.
Fue una jornada de visita presidencial: Carlos Menem llegó a Santa Rosa y el equipo de El Diario se preparó como si realmente se publicara la edición, aunque todo iba a quedar en un “borrador”, como siempre.
Acreditaciones, presencias, cobertura extendida, mucha foto, entrevistas y texto; profundidades y apostillas, detalles y entrevistas.
Fue un golazo: El Diario se imprimió en tiempo y forma, sin grandes errores, muy a la altura de las circunstancias. Nadie iba a ver ese producto, salvo el propio equipo. A las 2 de la mañana, con la tinta fresca sobre el papel, con cansancio pero con alegría, el paso siguiente fue conseguir en las calles de la ciudad un ejemplar de la “competencia” (futura competencia, en todo caso).
La comparación fue la frutilla del postre: no había ninguna duda de que la cobertura de El Diario, aunque ese día nadie la viera, era muy superior a la de La Arena. El proceso estaba listo. Después de ese “borrador” tan ansiado, estaba todo más claro: 11 días después, ahora sí, El Diario estaría en la calle.
