Marín aprovechó el cónclave del Consejo Provincial para recargar su encono con la agrupación kirchnerista. El espionaje a Espartaco, el papel del fiscal federal y un premio a un periodista.
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EL DIARIO digital
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El exgobernador Rubén Marín aprovechó la reunión del Consejo Provincial del Partido Justicialista para continuar con su disputa, que ya lleva varios años, con La Cámpora.
Marín, en medio de la reunión del peronismo pampeano, trajo el tema del espionaje ilegal que sufrió su hijo, el diputado provincial Espartaco Marín, durante el gobierno de Cambiemos.
Y si bien reiteró que la maniobra fue impulsada por un fiscal (Leonel Gómez Barbella) que puso el gobierno de Mauricio Macri, también mencionó “la pata periodística” que difundió la investigación, según pudo saber El Diario.
Fue ahí donde metió a La Cámpora. Explicó que el ministro del Interior, Wado de Pedro, uno de los máximos dirigentes de la agrupación, "premió al periodista" que hizo público el caso con un cargo dentro de su gabinete.
La referencia es a Luciano Peralta, un periodista pampeano que creó el portal Dos Bases (donde se publicó la noticia) y que ahora -tras formar parte de la Agencia Télam- es parte del equipo de comunicación de la cartera nacional.
De esta manera, Marín involucró no sólo a Cambiemos sino también al Gobierno Nacional en la maniobra contra su hijo. Y aunque otras veces lo ha expresado públicamente, esta vez llevó el tema a la "mesa chica" del partido.
El encono que el marinismo tiene con La Cámpora se remonta al gobierno de la expresidenta Cristina Kirchner. En esa época, los cargos de organismos nacionales en la provincia que eran ocupados por dirigentes marinistas fueron reemplazados por jóvenes kirchneristas. Muchos recuerdan también que en el año 2011, Rubén Marín fue blanco de una ruidosa silbatina que surgió desde la columna camporista durante un acto que se realizó en el club Estudiantes de Santa Rosa. Diez años después, el enfrentamiento entre estos sectores parece no haberse zanjado.